Buen día foreros.
Tengo un parcero con el que tengo mucha confianza y él conoce todos mis fetiches, incluido mi gusto por las trans, y me hizo una pregunta que me dejó pensando - ¿Su mejor polvo ha sido con una "mujer biológica" o con una chica trans?
 

Cuando él me hizo esa pregunta comencé a pensar y a mi cerebro se me vinieron tres o cuatro mujeres y solo dos trans que me marcaron la vida sexualmente hablando. Sin duda, mi gran experiencia sexual fue con una exnovia que era multiorgasmica y hacía squirt. Esa vieja se le medía a lo que fuera pero se fue del país y hasta ahí llegó la relación.

Mi segundo mejor polvo de mi vida fue también con una "mujer biológica", una veterana que conocí por tinder con un cuerpazo que me dejó seco jaajjaja Y el tercero, fue con una gordibuena que era súper apretadita y apasionada. ¿Notaron el patrón? En mi top 3 no hay ninguna trans hasta el momento.

Eso me hizo pensar y tener un momento de introspección - Sí, he tenido buenas experiencias con trans, una de ellas sin duda está en mi top 5, pero es una gran minoría de las más de 20 con las que he estado.

Si no me satisface de la misma manera que una "mujer biológica", ¿por qué sigo contratando servicios de prostitución trans?, ¿es un vicio? ¿un fetiche que se salió de control? ¿quizá busco más de lo que en realidad me ofrece? ¿debo seguir "explorando" mi sexualidad cuando prefiero el "sexo convencional"? ¿debo seguir arriesgando mi salud, mi energía, mi dinero y mi integridad yendo a sitios a los cuales podría evitar facilmente? ¿es el pene de ellas lo único que en realidad me atrae y si es así, por qué no he llegado a un climax que merezca la pena recordar? ¿sigo alimentando este fetiche? y, sobre todo, ¿vale la pena?

Déjenme saber sus opiniones. ¿Sus mejores experiencias sexuales han sido con qué tipo de mujer? y a los foreros más experimentados, ¿alguna vez tuvieron un sentimiento similar? ¿qué piensan del punto que planteo? Los leo...

Gracias!

La respuesta es muy subjetiva, la mujer trans excelente y la mujer también excelente

Es una pregunta realmente interesante, la verdad si yo lo pienso bien creo que no he tenido ninguna gran experiencia con ninguna chica trans, al igual que tampoco algo muy sobresaliente con alguna mujer biológica, sin embargo @amador de trans su problema creo que radica en que todos sus encuentros con chicas trans han sido pagando y por desgracia nunca va ha encontrar esa clase de encuentro especial al estar con una sexo-servidora, parte del morbo y el misticismo se pierden cuando uno paga, o al menos eso es lo que creo yo.

Bueno yo si no tengo dudas; el mejor polvo me lo ha dado una trans no una mujer. Igual que el amigo que inicio el debate me puse a pensar sobre el tema y realmente a esta niña yo la veo como una mujer no la puedo ver de otra manera. Dice la cancion no me pregunten por que. Pero en mi caso asi trabaja mi cerebro.

Respecto al tema, una noche, en  el bar de Remberto en el Santafé, discutimos acerca de que nos 
atraía más de las trans y la mayoría estuvimos de acuerdo en que era el sexo oral; con algunas
excepciones, una transgénero realiza el sexo oral mucho mejor que una mujer, sabe donde estimular,
cuando cambiar, cuando parar, como variar el ritmo. Creo que es un caso análogo al de las lesbianas,
algunas me han comentado que lo que las hace preferir a las mujeres de los hombres en como
ellas practican el cunniligus, como le chupan, le muerden le lamen y le acarician el clítoris. Porque
analizándolo bien meter y sacar, pues es muy parecido, en ambos (mujer con mujer, hombre con
hombre y todo lo contrario, como diría la candidata).

Tengo un caso que comentarles. Por allá en 2013, tuve en sociedad un Local de venta de perfumes en
el Sanandresito de San José, yo atendía los fines de semana y festivos. Un día de esos llego una
muchacha muy linda preguntando por una fragancia, me di cuenta que era trans por la voz. Le hice
un buen descuento. A las pocas semanas volvió la chica y esta vez si me lancé con todo, la atendí,
charlamos y finalmente le regalé el perfume que estaba solicitando y ella me dio su teléfono. La llamé,
cuadramos una cita y la invité a almorzar en Chapinero. Me contó que trabajaba de modelo Web Cam,
que era de Boyacá, que no se prostituía, etc. Sin embargo, con el tiempo yo le seguía insistiendo, hasta
que una vez me dijo que si la invitaba a rumbear a Melgar. Nos fuimos un viernes en la tarde, llegamos
al hotel en la noche, nos bañamos y salimos a comer. Recuerdo que ese día jugaba la Selección y todos
los rumbeaderos estaban atestados. Al fin conseguimos una mesa en la discoteca La Roca, pedimos una
botella de Bacardí Limón y Ginger, que es lo que consumo las pocas veces que tomo. Bailamos,
nos besamos, la pelada se fue desinhibiendo a medida que alcohol cumplía con su efecto. Cuando bailábamos
apretados, le sentía la parola, lo cual me tenía excitadísimo, ¡que sensación tan bacana!. Ella se tomó la
mayor parte de la botella y ya estaba prendida. Un poco después de la media noche, nos fuimos para el
hotel. Cuando yo estaba en el baño, lavándome los dientes, entró esta muchacha a toda al baño y vomitó
hasta el hígado. Me ofreció escusas, que lo que pasaba es que no estaba acostumbrada a beber y bueno
yo me eche a la pena, adiós polvo, pensé. Nos acostamos y ella se quedo dormida en el acto; en cambio
a mi me costo trabajo, con esa arrechera que tenía.

Ya por la mañana, siento que me están chupando las tetillas, ¡era mi compañera de farra! Intenté hacerme
el desentendido, pero no pude, empecé a gemir. Luego me bajó los bóxer, yo ya estaba parolo, y me empieza
a realizar el mejor SEXO ORAL de mi vida. Cuando esta ya a punto de eyacular, paraba y me chupaba las
guevas; de un momento a otro sentí su lengua en mi ano, ese si fue el fin del mundo: yo no sabía si gritar
o reirme, le pedía que parara, pero eso más la entusiasmaba. Al cabo de un buen rato, se  levanto y trajo
su  morral, sacó lubricante y condones (venia bien preparada la condenada), se colocó un preservativo en el
dedo, lo untó de lubricante y me lo fue introduciendo en el culo, mientras me lo mamaba. Yo me retorcía
del placer; ella sabía lo que hacia, porque doblaba el dedo y me sobaba la próstata, al principio es una sensación
incomoda, pero luego es muy, pero muy agradable. Yo le dije que ya no aguantaba más, que me iba a botar, ella
me pidió que esperara un poco más, que quería mirar bien, porque eso la excitaba demasiado. Me sacó el dedo,
mientras con una mano me masturbaba y con la otra lo hacia ella. Cuando le avise que me iba a botar, ella se
puso un condón. Me vine a chorros. Ella jadeaba de excitación. Cuando termine de eyacular, me abrió las piernas
y me fue penetrando poco a poco, cuando ya lo tenía todo adentro, empezó a darme intensamente pero sin
brusquedad. No sé cuanto duramos así, lo cierto fue que volví a venirme al tiempo con ella.
¡Que par de orgasmos tan hijueputas!

Dormimos un buen rato y pedimos el almuerzo a la habitación. Le pregunté si quería que nos viniéramos para
Bogotá, me contestó que estaba contenta, que no había problema si nos quedáramos más tiempo. De pronto
me dijo que le gustaría ir a la piscina, pero que no tenía traje de baño. ¿Y ahora como hacemos, pensé?
Estefanía, como me pidió que la llamara, pasaba por mujer mientras no hablara. Se nos ocurrió tomarle
una fotografía en ropa interior y mostrársela a una vendedora. Así fue, baje al primer piso del hotel, donde
quedaba un almacén de ropa deportiva, con la foto la dependiente me vendió un traje y una salida de baño, y
unas chanclas. Resuelto el inconveniente, piscina toda la tarde. Por la noche, fuimos a uno de los bares gay
que quedan en la vía a Carmen de Apicalá; hubo show de una Drag Queen, unos tipos haciendo strip tease
algo de baile y para el hotel. Esa noche volvimos a tener sexo, pero esta ve fui yo el que le realizó el oral a mi
consorte. Por lo ocurrido en la mañana yo era un principiante; ella lo notó y me iba guiando: "hazlo así", "chúpame
aquí", "méteme la lengua de este modo". Tenía una verga blanquita, de tamaño promedio, cabezona y circuncidada.
Estaba impecablemente depilada, le besé ese hermoso culo y la penetré en todas las posiciones que conocía.
¡Fueron todo unos aérobicos! Cuando ya me iba a botar, me pidió que lo hiciera por fuera, que a ella eso la excitaba
mucho. Me lo empezó a mamar de nuevo, cuando ya me iba a botar, me dijo que lo hiciera mientras ella se masturbaba
mirándome. Cuando ella eyaculó, ese semen salto por todo lado, me cayó en el pecho, en las piernas, en la verga,
mientras que yo apenas lanzaba un chorrito. Más tarde me comentó, que llevaba rato sin tener orgasmos,
porque tiene que estar muy parola en la cámara, que solo se venía cuando le daban muchos tokens y hacia rato que
no le pagaban bien. Quedé impresionado por esa abundancia de semen.

Al día siguiente piscina, almuerzo y para Bogotá. Llegamos ya bien entrada la tarde. Por el camino conversamos mucho,
me di cuenta que era educada, leía y poco de vicios. Me decía que solo cannabis cuando estaba estresada. Se defendía
con el Inglés, porque me comentó que deseaba salir del país. Llegamos a la residencia donde vivía, en la calle 63 con
carrera 17. Yo no sabía que hacer: si le ofrezco dinero, de  pronto se ofende, pero si no le doy nada, paso por abusivo. 
Me armé de valor y le manifesté que deseaba hacerle un regalo en efectivo; me respondió que no, que con la invitación
y las atenciones ella se sentía recompensada. Eso si nos prometimos repetir el paseo, para darle uso al vestido de baño.
Duré más de una semana recordando ese oral y esos orgasmos. Mejor dicho palabras más palabras menos,
¡quedé más enamorado, que adolescente con su primera novia! Afortunadamente, los encuentros se repitieron. 
Este suceso es mi argumento para considerar que lo que me hace preferir una trans a una mujer, es el sexo oral.
El programa de paseo, rumba, polvo y piscina, lo he hecho con varias mujeres también, pero ninguno se acerca al de ese
día. También he salido con otras trans, no tan excitantes, pero si agradables.
Otro día les comento que pasó con Estefanía, como la volví a ver, cuando viajó a Europa. Ojalá la este pasando muy bien,
se lo merece.

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Joder, que gran historia @QuintoPiso

Es paradójico. El mejor sexo de mi vida ha sido con una mujer cisgénero, pero no entiendo por qué me da tanta rechera culear con una trans. He estado con varias, de activo y pasivo, y aunque he tenido buenas experiencias, no cambió los polvos que me echaba con una novia. Creo que el movimiento de caderas de las mujeres cisgénero es único y ninguna trans lo puede replicar.

Creo que si mi ex novia hubiera tenido pene, ya me habría casado con ella.

Parcero que gran pregunta, y es que me la hago todos los días. Yo he tenido la fortuna de tirar con mujeres cisgenero y trans. Modelos, actrices, etc. Me gustan ambas pero lo que más me gusta es el morbo, y definitivamente ahí si reinan mucho las trans. Y si la trans es versátil, activa y pasiva, es una delicia adicional. Cuando era mas joven me parecía que mejor con una mujer cisgenero, pero hoy día la verdad tiendo a favorecer a las trans versátiles. Los mejores polvos los he tenido con trans, y mejor si hay además amistad y confianza.

Lo único malo de las trans es la parte de higiene, lo mismo que con uno. Un culo cagado si que desmotiva a todos.